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José María Pedreño: «Garzón debe hacer lo mismo que hizo en Argentina o Chile»

Una fosa común de víctimas del franquismo

José María Pedreño (con sombrero) en una exhumación de víctimas de la represión franquista en Villanueva del Rosario (Málaga), en septiembre de 2007.Foro por la Memoria


  • El presidente de la Federación de Foros por la Memoria pide que se investiguen los crímenes
  • Solicita la creación de un juzgado y una fiscalía especiales para condenar a los culpables

PATRICIA ALONSO MADRID 01.09.2008

La búsqueda de los desaparecidos de la Guerra Civil y del franquismo parece estar un poco más cerca después de que el juez Garzón haya solicitado información sobre sus archivos a varios ayuntamientos, organismos e instituciones religiosas. Una vieja demanda de las asociaciones por la memoria histórica que, desde hace años, localizan y exhuman fosas comunes por su cuenta.

RTVE.es ha hablado con José María Pedreño, presidente de la Federación Estatal de Foros por la Memoria, para pulsar la opinión de una de ellas.

P- ¿Qué le parece la iniciativa de Garzón?

R – Nos parece positiva. Pero no sabemos si Garzón será competente para ello, en primer lugar, y en segundo lugar, en qué derivaría una investigación de estas características, si se quedará en la búsqueda de los desaparecidos o si investigará los crímenes de lesa humanidad y condenará a los culpables. Si se cumple la legislación internacional, nos parecería que Garzón está haciendo lo correcto.

P – Han pasado 72 años del comienzo de la Guerra Civil y otros 32 de la muerte de Franco. ¿Llega a tiempo esta medida?

R – Llevamos reclamando varios años que se investiguen estos crímenes de lesa humanidad. Garzón, como juez de la Audiencia Nacional, debe hacer lo mismo que hizo en Argentina o Chile. En el auto de Pinochet, Garzón le acusa de crímenes contra la humanidad cometidos desde 1973. Por entonces, en España también se estaban cometiendo crímenes y aquí no se ha juzgado a nadie. De hecho, hay miembros de la Brigada Político-Social que incluso llegaron a colaborar con Pinochet. Y muchas de esas personas todavía viven. Los crímenes de lesa humanidad no prescriben nunca.

P – ¿Cuál es su experiencia en la búsqueda de desaparecidos?

R – En nuestra web tenemos un apartado de desaparecidos. Ahí tenemos cerca de 7.000 familias que buscan a alguien, a ver si hay noticias de un tío o un abuelo.

P – ¿Cuántas exhumaciones llevan?

R – Llevamos 15 ó 16 exhumaciones desde finales de 2002. No realizamos muchas porque lo que queremos es denunciar que los órganos correspondientes del Estado no estaban haciendo su labor. Existe un derecho a la justicia para las víctimas y sus familiares y un deber del Estado para garantizar esa justicia. Esto lo tienen que hacer los jueces, la Administración de Justicia, igual que ha pasado ahora con lo de Barajas.

En la práctica, nos ponemos en contacto con los juzgados de primera instancia de los lugares donde hacemos las exhumaciones, pero la respuesta ha sido muy variopinta. Algunos han colaborado, pero la mayor parte se han lavado las manos porque decían que aquello habría prescrito.

P- ¿Qué papel le corresponde al Gobierno?

R – Hay tantas fosas comunes que el Ministerio de Justicia debería tener un juzgado y una fiscalía especiales sólo para eso. Los estudios sobre la represión son parciales, hay de la mitad de las provincias españolas. Todo lo que se hable a partir de esto es especular. Hasta que no se haga una investigación por parte de los jueces es imposible adivinarlo. Y luego al Estado le queda mucha labor: para empezar, unificar el archivo de la represión, porque hay muchos archivos que están en manos privadas.

P – ¿Qué le piden a Garzón?

R – Queremos que la Justicia haga lo que nosotros hemos estado haciendo hasta ahora: que los arqueólogos y los forenses saquen a los muertos y que se investigue.


Antonio Jesús Pérez Fernández.
Militante del foro por la memoria de Granada.

10 de octubre de 2007


“Mala Memoria” es un término que se aplica siempre a alguien que con frecuencia olvida las cosas, en algunos casos es signo de senilidad, en otros simplemente es signo de ser olvidadizo o despistado, en otros casos se mezcla con los otros dos términos, para definir el mal hacer de las personas como es, la Mala Leche, que viene a significar el actuar de mala fe; el último término, “mala follá”, es muy “granaíno”, y viene a definir un carácter áspero o agrio.

Parece que alguno de estos términos viene como anillo al dedo a Cándido Méndez, secretario general del sindicato UGT (Unión General de Trabajadores, para los amigos), ya que sus declaraciones que hace en defensa de la monarquía como institución, debido a los ataques que le vienen por un lado y por otro del arco político, hacen que me ponga a reflexionar si el problema de Cándido Méndez se deriva de la mala memoria, de la mala leche o de la “mala follá”.


Debe ser mala memoria, porque UGT fue uno de los dos sindicatos mayoritarios durante la república, por la cual miles de sindicalistas de UGT dieron su vida, para que ahora este desmemoriado se ponga a defender a la monarquía. O quizás quiera emular a sus compañeros que defendieron la legalidad del golpe de Primo de Rivera. Entonces ya no sería mala memoria, sino “mala leche”.

Lo de “mala follá” viene a cuento de lo siguiente: hace setenta años, un 14 de febrero, día de los enamorados, asesinaron las fuerzas que defendieron la monarquía que nos impuso Franco frente a la legalidad republicana a once compañeros de UGT, en un pueblo de Málaga, llamado Villanueva del Rosario; estos once compañeros fueron encarcelados por las fuerzas fascistas una semana antes y sacados de madrugada a escondidas de los vecinos, fueron fusilados en el puente del río Guadalhorce, también llamado puente de Villanueva del Trabuco, ya que se encuentra cerca de esta localidad colindante con la anteriormente mencionada, y allí fueron vilmente asesinados por los defensores del fascismo. Y cuando digo vilmente, me refiero a la vileza con la que fueron tratados los asesinados, ya que fueron enterrados como perros, aprisionados en un espacio en el que quizás cabían seis cuerpos, y enterrados con piedras. Para que ahora venga este individuo y les escupa a la cara.

Quizás se junten las tres cosas, ya que, claro, ahora que recuerdo, el señor Cándido Méndez no estuvo allí, como algunos compañeros que sí estuvimos, “pasando las de Caín”, achicharrándonos a pleno sol para sacar a estos compañeros, aguantando como tuvimos que aguantar un aguacero, que por poco nos hace perder todo el trabajo de una semana, homenajeando la memoria de once compañeros de la UGT, once republicanos antifascistas, que cayeron por defender los intereses de los trabajadores, para que ahora su sindicato les escupa a la cara, como acaba de hacer.

Ahora entiendo porqué uno de ellos se veía gritando, no, no gritaba de dolor, si no de rabia por haber sido traicionado por los compañeros que defienden desde su sindicato la monarquía que Franco nos impuso.

La memoria: el pasado en el presente

Publicado en el número RG#35 junio 2007

Aprovechando su breve estancia en Barcelona para recoger el «Premio Dignidad», Revolta Global ha entrevistado a Empar Salvador, presidenta del Foro por la Memoria del País Valencià.

1. ¿Qué es lo que habéis descubierto concretamente en Valencia?

Entre finales de 2.005 y 2.006, descubrimos seis fosas comunes, una en el cementerio civil y cinco en el cementerio general, todas ellas de la época de la represión franquista. También tuvimos acceso a los Libros de Registro de Enterramientos de la época y hemos podido comprobar que, desde el día 1 de abril de 1.939 hasta el 31 de diciembre de 1.945, fueron enterradas en las cinco fosas del cementerio general 26.300 personas. Están registradas con todo tipo de datos: nombre y apellidos, edad, fecha de enterramiento, causa de muerte, lugar de procedencia… Entre las personas enterradas hemos encontrado al menos cuatros grupos diferentes:

– represaliados/as directos: personas ejecutadas extrajudicialmente, muertas por torturas y palizas en las cárceles oficiales de Valencia (cárcel Modelo, San Miguel de los Reyes, Prisión provincial de Mujeres, Convento de Santa Clara, Torres de Quart…) y otros lugares habilitados como cárceles (Manicomio, Hospital provincial, Hospital Militar, Cuartel de Monteolivete, diferentes Iglesias y conventos…). Muchas criaturas y sus madres muertas por no sobrevivir a los partos sin asistencia en cárceles y conventos, presos y presas muertos por hambre, epidemias y enfermedades no asistidas.

– represalidos/as indirectos: personas muertas por hambre, sed, frío, enfermedades no asistidas, epidemias… consecuencia de las miserables condiciones de vida que el franquismo impuso a la población.

– personas desconocidas cuyas causas de muerte no están explicadas ni documentadas.

– personas en situación de pobreza extrema a las que sus familias no pudieron pagarles un entierro digno.

Hay que destacar que en todos los grupos hay personas de todas las edades: desde nenes y nenas de incluso días o meses, muertos por causas violentas, a personas de más de 80 años muertas en las cárceles por “hemorragia interna”, “fractura de cráneo” o “asfixia por suspensión”. Las cinco fosas del cementerio general ocupan una superficie de 41.020 m2, lo que las convierten en las fosas documentadas más grandes de Europa.

Nuestro objetivo actual es publicar, ya que fueron allí tiradas para condenarlas al olvido, y también para que sus familias puedan encontrarlas, los nombres de todas las personas enterradas en las fosas, de las que ya llevamos publicados más de 7.000 (este mes publicaremos una nueva lista con 3.000 más), aunque hemos abierto una línea nueva de investigación, hemos descubierto que en las fosas hay muchas personas enterradas sin estar registradas. Hasta la fecha ya hemos detectado a más de 7.000.

2. ¿Con qué obstáculos –especialmente políticos– os habéis encontrado?

Tuvimos que poner una demanda judicial contra el ayuntamiento de Valencia (la primera que se pone en España contra una administración para impedir la destrucción de una fosa común con represaliados del franquismo), porque quería construir 1.030 nichos sobre la única fosa que no está destruida –sobre todas las fosas han construido encima nichos, panteones y tumbas preferentes individuales, incluso en la época de gobierno socialista–. También tuvimos que llevar a una notaria para que levantara acta de los Libros de Registro de Enterramientos, nos llegó la onda de que querían sacarlos del Archivo. El juicio lo hemos ganado, aunque la sentencia está recurrida tanto por el ayuntamiento como por el fiscal y estamos a la espera de sentencia definitiva. El hecho de que la sentencia también la recurriera el fiscal, nos hace pensar que nuestro descubrimiento no le interesa a nadie: seguramente a unos porque sus familias y allegados pudieran estar implicados en las matanzas y otros porque tendrían que explicar muchas cosas. Los “Pactos de la Transición”, en los que se pactó la destrucción, el silencio, la impunidad y el olvido del genocidio franquista, siguen teniendo influencia en la situación política actual.

3. ¿Qué opinión te merecen la Ley de la Memoria Histórica y el apoyo de IU?

Es un proyecto de ley indigno que no recoge ninguna de las reivindicaciones del movimiento de recuperación de la memoria y de las asociaciones de represaliados y sus familias. Tampoco se ha escuchado a las organizaciones internacionales de derechos humanos como Amnistía Internacional o el Equipo Nizkor. Ni tan siquiera retira los símbolos fascistas de los edificios públicos, privados o religiosos. Después de 30 años de democracia sin dar respuesta, plantean un proyecto de ley que no rehabilita jurídicamente a las víctimas pero que protege a los genocidas del franquismo. En cuanto al “pacto de desbloqueo” firmado entre el PSOE e IU-ICV, ha sido un pacto a espaldas de los demás grupos parlamentarios y por supuesto sin contar con las asociaciones para la recuperación de la memoria y de represaliados. Este asunto merecería un artículo entero, pero para resumir, IU ha renegado de la reivindicación de lo que es el clamor para este proyecto de ley: la rehabilitación jurídica de las víctimas que implica la anulación de los Consejos de Guerra sumarísimos del franquismo. Es unánime que esos juicios fueron una farsa siniestra de la que se sirvió el franquismo para llevar a miles de demócratas al paredón de fusilamiento. Ha sido una vergüenza.

4. ¿Qué tiene que ver este asunto con el presente y el futuro?

El descubrimiento de las Fosas Comunes de Valencia dan una nueva dimensión de lo que fue la represión del franquismo. Demuestran que se planificaron miles de muertes, lo que prueba que en España se cometió un genocidio y Crímenes contra la Humanidad (que no prescriben). Si el gobierno no da respuesta a esta situación, habrá que recurrir a los Tribunales internacionales, para que le obliguen a cumplir los Tratados Internacionales firmados por el Estado español en materia de genocidio.

Se está pretendiendo una reedición de lo ocurrido con la Ley de Amnistía de 1977.


José María Pedreño. Presidente de la federación estatal de foros por la memoria.

24-04-2007


Los parlamentarios españoles, acostumbrados a cambiar las palabras para que mediáticamente parezca que han cambiado el fondo, siguen pensando que seguimos siendo tan ignorantes como durante la Transición. Durante aquellos años pedíamos amnistía para los presos políticos por delitos inexistentes en una democracia [liberal] y con eso lo que conseguimos fue la amnistía para los criminales franquistas. Afortunadamente, esos tiempos han pasado. Aquello fue una bomba de humo para engañarnos a todos, ya que con una democracia [liberal] no hacía falta una amnistía para liberar a los presos políticos; esa ley de 1977 se hizo para salvar del banquillo de los acusados a los verdugos, disfrazándola de un beneficio para las víctimas. El franquismo nos había hecho ignorantes en muchas cosas, pero en estas últimas décadas hemos aprendido que existe algo denominado derechos humanos y lucha contra la impunidad. Al menos, el imperfecto régimen de libertades en que vivimos ha servido para que pudiéramos leer y aprender aquello que hasta la muerte del genocida nos estuvo vedado. Por ello, no podemos dejarnos engañar nuevamente, ya que se está pretendiendo una reedición de lo ocurrido con la Ley de Amnistía de 1977.

La presión popular y el trabajo constante del tejido asociativo memorialista han obligado al PSOE a intentar una operación mediática cambiando las palabras pero dejando el contenido prácticamente como estaba. El caso es que siguen empeñados en lanzar «bombas de humo» para confundir a la opinión pública y que parezca que se está ilegalizando el franquismo. Lo que algunos no entendemos es qué pinta Izquierda Unida en todo esto. ¿Cómo es posible que el compañero Gaspar Llamazares hace tan sólo unos días pidiese públicamente al Gobierno que hiciera caso a las recomendaciones de las organizaciones internacionales de Derechos Humanos y que a continuación haya dado este paso en falso? ¿Es que va a ser IU una organización que ayude a saltarse “a la torera” la legislación internacional sobre Derechos Humanos? ¿No asumió el consejo político federal de IU el “Documento Nizkor”? Siguen sin tener la valentía y voluntad política para garantizar el estricto cumplimiento de la legislación internacional de Derechos Humanos y Lucha contra la Impunidad. ¿A qué tienen miedo?

Para que nos vayamos situando. El objetivo de hacer esta Ley es el de conseguir evitar la aplicación de las leyes que existen. Con ello consiguen varias cosas:

1) Quedar bien ante la opinión pública.

2) Dividir al movimiento.

3) Evitar la investigación, por parte de los tribunales, de los crímenes contra la humanidad perpetrados por el franquismo.

4) Intentar eludir la responsabilidad del Estado.

5) Mantener el llamado “espíritu de la transición”; es decir, “el modelo español de impunidad”.

6) No molestar a los poderes fácticos y a la derecha (algunos estamos convencidos que la oposición pública del PP está pactada).

Con el hecho de centrar el debate alrededor de los procesos judiciales del franquismo evitan hablar del resto de cuestiones, muchas de ellas bastante espinosas: la lucha armada contra la dictadura, las ejecuciones extrajudiciales y las fosas comunes, los presos políticos, los exiliados, los perjuicios ocasionados a las familias, las incautaciones, las multas administrativas, los niños robados, los exiliados, etc. A todas estas cuestiones dan respuesta la legislación internacional existente, así como las leyes penales españolas, por lo que se puede decir que todo esto de la llamada “Ley de Memoria” sigue siendo una artimaña para ganar tiempo. Si dejamos que esto siga así, hasta los torturadores y asesinos franquistas de los últimos tiempos (esos que tienen ahora entre los cincuenta y sesenta años) se irán sin ser juzgados.

Nuestros políticos saben perfectamente que lo que están haciendo es totalmente contrario al derecho internacional, pero también saben que -al igual que la Ley de Amnistía de 1977 ha servido durante varias décadas para evitar que se juzgase a los criminales franquistas de los primeros años- esta ley servirá para que pase el tiempo suficiente para evitar que se juzgue a los que quedan vivos, muchos de ellos aún en activo en las fuerzas armadas, las de orden público, trabajando en empresas privadas (como algún conocido miembro de la brigada político-social) y la judicatura. Incluso evitar la investigación de posibles responsabilidades del actual jefe del Estado.

Tenemos todo el territorio español cubierto por una inmensa fosa común y lo que están haciendo (los políticos) al respecto es divagar sobre cómo solucionarlo de la forma más chapucera posible para que no se enfaden los poderes fácticos, inventando leyes innecesarias para poner trabas, dividir y controlar a un movimiento popular que, a pesar de ellos, cada día es más fuerte y combativo y, sobre todo, para impedir que se aplique la legislación existente.

El hecho de haberse visto obligados a cambiar el discurso supone un tímido avance. Obliguemos a que cambien los contenidos. Sigamos ejerciendo presión desde abajo, sigamos construyendo poder popular para exigir el cumplimiento, punto por punto, de la legislación internacional de Derechos Humanos y Lucha contra la Impunidad.

Decíamos que íbamos a ver tímidos avances y que el reto era el de mantenernos firmes en nuestros objetivos y principios. Pero para poder continuar con esta tarea debemos dotarnos de una mayor organización, conseguir un mayor número de compañeros y compañeras vinculados al movimiento y una mayor cohesión basada sobre todo en la acción concreta y la oposición a cualquier ley contraria al derecho internacional. Los trabajos con las fosas, las investigaciones, los homenajes, la divulgación, las movilizaciones y todas las actividades que realizamos habitualmente deben continuar; es más, debemos multiplicarlas. Este movimiento es una de las mejores cosas que le ha ocurrido a nuestra actual e imperfecta democracia [liberal] y los que estamos en él tenemos la responsabilidad de mantener el rumbo y no dejar que se pare.

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